7. nov., 2014
“No podemos cambiar el mundo o las personas que lo habitan pero nosotros mismos si
podemos cambiar. Quizás de este modo cambie el mundo que nos rodea y, en
todo caso, nuestro propio cambio nos producirá
satisfacción y nos evitará
sufrimiento a medio y largo plazo”.
Mucho del malestar psicológico se produce al encontrar dificultades para adaptarse al medio en que se vive. Esto se manifiesta en:
- La persona padece una falta subjetiva de bienestar que no puede
eliminar por sí sola aún cuando ella misma se considera relativamente bien
adaptada el contexto.
- La persona manifiesta
a (criterio propio o del entorno) déficits o excesos
de conducta que interfieren en el adecuado funcionamiento en su contexto.
- La persona interviene en actividades que, ella misma o personas que la
rodean, consideran anormales y que
dan lugar a consecuencias negativas para
ella misma y/o los demás.
La psicología clínica, especialmente en el caso de adultos, no plantea cambiar el
ambiente. En la mayoría de
los casos la psicología le propone al individuo resolver el problema mediante un cambio en su comportamiento de manera que, finalmente, logre un grado de adaptación tal que la persona se sienta razonablemente bien.
Se resume en la frase
“No podemos cambiar el mundo o las personas que lo habitan pero nosotros mismos si
podemos cambiar. Quizás de este modo cambie el mundo que nos rodea y, en
todo caso, nuestro propio cambio nos producirá satisfacción
y nos evitará
sufrimiento a medio y largo plazo”.