Porque disfrutar de la vida no tiene porque salir caro. Lo bueno está a tu alcance.
La ludopatía, el consumo de sustancias, la relación problemática
con las nuevas tecnologías... La gran disponibilidad de los objetos adictivos, la alta incidencia de situaciones como el estrés, la soledad, la depresión son innegables caldos de cultivo para que nos atrape una adicción.
Por ello, actividades gratificantes e inofensivas (las compras, el juego, el sexo, el trabajo, INTERNET, Móvil) pueden convertirse en una necesidad absoluta que esclaviza a la persona y le conduce a una enfermedad mortificante, progresiva, llena
de riesgos como es la adicción.
Cuando la afición a un objeto se torna una necesidad es cuando aparece la adicción. La diferencia entre una afición y una adicción viene marcada no solamente por la intensidad y
la frecuencia sino también por la pérdida en el autocontrol.